Todo estaba preparado, el pasado sábado teníamos decidido subir al Pedraforca, en las mochilas habíamos metido, el agua, los bocatas, frutos secos, plátanos, la cámara de fotos y como no, una botellita de vino, para brindar en la cumbre.
Nos levantamos temprano y lo primero que hicimos fue salir a ver como estaba el tiempo, desde Cal Franciscó hostal donde nos alojábamos y que recomiendo, miramos hacia la montaña y esta casi no se veía por lo nublado y la mucha niebla que había, de todas las maneras decidimos arriesgarnos e intentar subir.
A las 9 de la mañana, estábamos en el mirador, ( 1.570 m. ) el primer tramo hasta el refugio LLuis Estasen ( 1.640 m. ) aunque corto, se hace duro, el desnivel es importante y las piernas aún están frías.
Una vez pasado el refugio seguimos la subida, nos dirigimos hacia El Collell ( 1.845 m.) este tramo es más largo, pero como ya la piernas están calientes y el paisaje pese a la niebla es bastante bonito, se hace llevadero, de todas maneras, cuando llegamos arriba, aprovechamos para comernos un plátano y hacernos algunas fotos mientras descansamos.
Una vez descansados, seguimos montaña arriba, pasamos por el canal de Rimbau y vamos en busca de la gruta de Orenetes ( 1.950 m. ) ( Nunca mejor dicho lo de en busca, pues la niebla ya no dejaba ver casi nada ). Desde Orenetes, comenzamos la subida hacia el collado del Verdet ( 2.270 m. ) pero cuando llevamos unos metro de fuerte subida, empieza a llover y el terreno empieza a ponerse resbaladizo, cuando estamos a una altura de ( 2.070 m.) decidimos darnos la vuelta, y dejar la aventura para un mejor momento.
Pues bueno, si de lo deportivo, no pudimos disfrutar al máximo, en lo familiar y gastronómico si.
El viernes, además de visitar el Santuario de Queralt, comimos en el restaurante El Roures en Espinalbet.
El sábado, lo hicimos en El Forn en Gósol y el domingo, en Betriu en el Coll de Nargó.
Pues bueno, la cota máxima del Pedraforca ( 2.498 m. ) no la hemos podido conseguir, pero lo que si he conseguido es, habérmelo pasado muy bien y ver en la bascula unos terrible 78´900 kl. los cuales desde el mismo lunes, que ya he vuelto a entrenar, pienso perder.
Se me olvidaba, estoy a la espera de recibir la foto del mejor sitio donde he comido este fin de semana.
En la montaña, con los amigos.
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